Escribí hace un
tiempo de manera bastante superficial
acerca de la Ley del Nuevo
Pensamiento, Ley de Atracción o como la queráis llamar. En esta
ocasión voy a volver a retomar el tema, pero esta vez tampoco
entraré profundamente en ello... entre otras cosas porque no soy, ni
por asomo, una experta. Tampoco pretendo serlo. Los que me leéis (un
saludo a los cuatro) sabéis que mi especialidad es disertar
divagando, sin entrar en contemplaciones.
Bueno, pues vamos al
caso que nos atiende: Las personas
positivas.
¿Qué es realmente
ser positivo? ¿Por qué hay gente que se
considera a sí misma
positiva y a la hora de la verdad no
predica con el ejemplo? Sí,
resulta extremadamente fácil auto-proclamarse un abanderad@ del
positivismo y la buena energía pero lo que no llego a entender es
como esas mismas personas no se dan cuenta de que están entrando en
una vorágine de contradicciones cuando dicen una cosa y llevan a
cabo otra totalmente distinta.
He tenido la suerte
de conocer gente que, lejos de los
especímenes arriba mencionados,
SÍ son realmente la
verdadera imagen de dicho positivismo. Estas
personas no sólo viven la vida de una manera libre, abierta y feliz,
sino que gozan de un carácter realmente envidiable. No se trata de
interpretar un papel y hacer el esfuerzo de creérselo, sino que, de
manera innata y natural, hacer de esto una forma de vida. Esta
actitud crea un halo tan agradable alrededor de su persona, que es
prácticamente inevitable que los demás se sientan atraídos por
ell@s. No estoy hablando solamente de
atracción física, sino un enganche a su ser, su esencia. Una dulce
tentación de pasar tiempo con esas personas, de escucharles y, sin
apenas darte cuenta, acabar admirándoles. No importa si tienen una
vida lujosa o bien acomodada, no hablo de eso. Me refiero a aquell@s
que tienen una vida tan inmensamente rica que no es ni comparable a
tener todo el oro del mundo. Cuando te topas con uno de estos seres,
conversar, reír, o incluso sólo observar, se convierte en un placer
exquisito.
Llegados a este
punto, está más que clarinete que no me
encuentro dentro de ese
círculo privilegiado de positivos sin fronteras. No es que me
considere una persona negativa, no... es tan solo que supongo que aún
no ha llegado el momento de mi revelación. Quizás necesite más
tiempo, quizá nunca llegue al nirvana... Who knows? Lo que sí sé
es que poco a poco algo va cambiando en mi interior a medida que esa
bendita gente va entrando en mi vida de una manera u otra. De
momento, sigo dejándome llevar por tan gratas experiencias.
Y, recordad, vivid
el presente porque es lo único que tenéis ahora.
" Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche" (Edgar Alan Poe)